María y Aristóteles se conocen en 1959, en Venecia. Aunque ambos están casados, desde el primer momento surge una atracción que poco a poco se afianza. Ante esta relación tan evidente, sus parejas piden el divorcio.
La relación terminó abruptamente cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María para casarse con Jackie Kennedy, viuda de John F. Kennedy. Jacquie insistió en casarse para no escandalizar a sus hijos de corta edad. A lo que el magnate accedió encantado, dejando de paso a Callas destrozada sentimentalmente. Pasado un tiempo, Jacquie empezó a tener gustos extravagantes y costosos, que un afligido Onassis debía satisfacer a costa de elevadas sumas de dinero, recursos y personal a su servicio. Pronto se cansó de ella. Jacquie pasaba la mayor parte del tiempo de compras y la vida marital se volvió vacía para Onassis. Entonces volvió otra vez sus ojos a María Callas, quien fue el amor más grande de su vida. Pero la Callas nunca le perdonó a Onassis el desaire. Lo rechazó dignamente y nunca más se volvieron a encontrar físicamente. Onassis se sumió en la soledad y la depresión.
María siguió con su carrera artística, cantaba penosamente, pero trabajaba duro. Un día tuvo que ir corriendo al hospital, y se anunció que había querido suicidarse con una sobredosis de barbitúricos. Por aquel tiempo tomaba más somníferos para dormir, y más barbitúricos para encontrar la paz.
Onassis murió en 1975 a causa de una neumonía bronquial a los 69 años. María murió dos años después, en 1977, a los 53 años en su casa de París, en la más completa soledad.
La relación terminó abruptamente cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María para casarse con Jackie Kennedy, viuda de John F. Kennedy. Jacquie insistió en casarse para no escandalizar a sus hijos de corta edad. A lo que el magnate accedió encantado, dejando de paso a Callas destrozada sentimentalmente. Pasado un tiempo, Jacquie empezó a tener gustos extravagantes y costosos, que un afligido Onassis debía satisfacer a costa de elevadas sumas de dinero, recursos y personal a su servicio. Pronto se cansó de ella. Jacquie pasaba la mayor parte del tiempo de compras y la vida marital se volvió vacía para Onassis. Entonces volvió otra vez sus ojos a María Callas, quien fue el amor más grande de su vida. Pero la Callas nunca le perdonó a Onassis el desaire. Lo rechazó dignamente y nunca más se volvieron a encontrar físicamente. Onassis se sumió en la soledad y la depresión.
María siguió con su carrera artística, cantaba penosamente, pero trabajaba duro. Un día tuvo que ir corriendo al hospital, y se anunció que había querido suicidarse con una sobredosis de barbitúricos. Por aquel tiempo tomaba más somníferos para dormir, y más barbitúricos para encontrar la paz.
Onassis murió en 1975 a causa de una neumonía bronquial a los 69 años. María murió dos años después, en 1977, a los 53 años en su casa de París, en la más completa soledad.