skip to main | skip to sidebar

About me

Aisha
Ver todo mi perfil

Ellos...

  • Adriano y Antinoo (1)
  • Alain Delon y Romy Schneider (1)
  • Alejandro Magno y Hefestion (1)
  • Alfred Hitchcock y Alma Reville (1)
  • Arthur Rimbaud y Paul Verlaine (1)
  • Camille Claudel y Auguste Rodin (1)
  • Carlos de Inglaterra y Camila Parker-Bowles (1)
  • Clark Gable y Carole Lombard (1)
  • Cleopatra y Marco Antonio (1)
  • Dante Alighieri y Beatriz Portinari (1)
  • Diego Marcilla Isabel de Segura (Los amantes de Teruel) (1)
  • Diego Rivera y Frida Kahlo (1)
  • Edgar Allan Poe y Virginia Clemm (1)
  • Edith Piaf y Marcel Cerdan (1)
  • Elizabeth Taylor y Richard Burton (1)
  • Eva Braun y Adolf Hitler (1)
  • Eva Duarte y Juan Domingo Perón (1)
  • Francisco Petrarca y Laura de Noves (1)
  • Franz Kafka y Milena Jesenská (1)
  • Frédéric Chopin y George Sand (1)
  • Garcilaso de La Vega e Isabel Freire (1)
  • Hamlet y Ofelia (1)
  • Humphrey Bogart y Lauren Bacall (1)
  • Ingrid Bergman y Roberto Rossellini (1)
  • John Lennon y Yoko Ono (1)
  • Juana la Loca y Felipe el Hermoso (1)
  • María Callas y Aristóteles Onassis (1)
  • Marilyn Monroe y Arthur Miller (1)
  • Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais (1)
  • Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas (1)
  • Rainiero de Mónaco y Grace Kelly (1)
  • Rita Hayworth y Orson Welles (1)
  • Romeo y Julieta (1)
  • Ronald Reagan y Nancy Reagan (1)
  • Salvador Dalí y Gala (1)
  • Sandro Botticelli y Simonetta Vespucci (1)
  • Simon Bolivar y Manuela Saenz (1)
  • Sissi de Baviera y Francisco José (1)
  • Tristán e Isolda (1)
ecoestadistica.com
Grandes Amores

Alfred Hitchcock y Alma Reville

28.1.09

La historia de Alfred y Alma empieza en un estudio, en este caso se llama Famous Players Lasky, la sucursal en Londres de una compañía cinematográfica norteamericana. El veinteañero Alfred en 1920 comienza a trabajar en la extraña tarea de diseñar los títulos explicativos de las películas mudas. Luego de dos años en la empresa ya puede decir que es ayudante de dirección del famoso Graham Cutts. Alma Reville, sólo un día más joven que Alfred, trabaja en la misma compañía como montajista, oficio que la entretiene desde los 16 años. Al momento que corta y pega escenitas en la compañía, la carrera de Alma ya incluye algunas incursiones como actriz en el cine mudo y ciertas colaboraciones como guionista.

Sucede que un día, el joven Alfred cuenta con esta simpática pelirroja a cargo del montaje de sus películas. Así comienza esta trama: el tímido y corpulento director se enamora, vence su cobardía e invita a salir a su compañerita de trabajo. Ella acepta y el resto es otra historia de amor tan persistente como desconocida.

Que Alfred siempre fue un maestro de la originalidad y el suspenso, no hay duda. Tal vez por eso no resulte extraña la manera tan única y exquisita en la, luego de unos años juntos, en 1924 le propuso matrimonio a su agraciada novia. Era de noche y la exitosa pareja viajaba de regreso luego de una estancia en Berlín, el barco luchaba contra las olas inquietas. Alfred y Alma sufrían de terribles mareos, no podía esperarse menos de tan complejas circunstancias. En ese escenario, le puso el pecho a las circunstancias y lanzó su propuesta matrimonial. Alma debe haber pensado en los años compartidos desde que se habían conocido: Alfred vivía con su madre en Leytonstone, mientras que Alma con sus padres en Twickenham y debían contentarse con pasar las noches juntos entre visitas al teatro y cenas. Decidida, Alma consideró que era el momento apropiado y con su pícara expresión inglesa, no dudó en responderle “sí”.

Comenzaron así los no tan sencillos preparativos para la boda que incluían que Alma se convirtiera al catolicismo romano. Una vez cumplido este modesto trámite, fijaron fecha y el 2 de diciembre de 1926 se realizó la ceremonia. Ambos ingresaron al oratorio de Brompton, Knightsbridge para salir como una feliz y despampanante pareja de recién casados.

El protocolo marital se cumplió a rajatabla. Después de la ceremonia la parejita llegó hasta París donde hicieron una breve parada antes de seguir viaje hasta el lujoso Palace Hotel de Saint Moritz para pasar su luna de miel. A su regreso, inauguraron su dulce hogar en un departamento en la calle Cromwell. Allí se rumorea que hacían diversas reuniones con distinguidos asistentes como el joven George Bernard Shaw. Sin embargo, después de un tiempo, la ciudad parecía rugir al tranquilo Alfred quien decidió mudarse al campo. Es así como el matrimonio Hitchcock adquiere una tranquila casa de campo cerca de Guildford. Asentada la pareja en la tranquilidad de la vida bucólica, en 1928, nace Patricia Alma Hitchcock, la primera y única hija del matrimonio. Dos semanas después del nacimiento, Alma estaba de vuelta al ruedo.
Si algo caracterizó a esta pareja, fue la capacidad de trabajo en equipo. Alma y Alfred crecieron juntos en la industria y aprendieron qué implicaba contar en el cine una buena historia y qué historias eran meritorias de una buena película. Alfred dirigía, Alma coordinaba. En 16 películas de su marido la señora Reville apareció en los créditos con su apellido de soltera como guionista o editora, en otras tantas fue la guía de los rodajes y la asistente omnipresente de su marido. A tal punto llegó su influencia que, se dice, uno de los recursos a los que apelaban para convencer a Alfred de alguna u otra cosa, era apelar a la frasecita “A Alma le encantó”.
En definitiva, ella subía o bajaba el pulgar a la hora de elegir historias, adaptar libretos, elegir actores y arreglar las posibles inconsistencias de los guiones. Alma trabajaba los diálogos y se sabe que era la primera en juzgar el corte final de las películas que le quitaban el sueño a Alfred. Es así como esta joven inglesa, que había trabajado como actriz de cine mudo, se convirtió en silencio en el alma mater de las películas de Mr. Hitchcock, metiendo mano no sólo como una excelente cocinera que lo acompañaba a la hora de la cena cada noche –Alfred no soportaba cenar solo-, sino en cada etapa del proceso de creación. Por algo, alguna vez Shaw, al mandarle un escrito a Alfred lo rotuló “Para el marido de Alma Reville”.

Llegó la noche del 7 de marzo y Alma se vistió de gala para escuchar la ovación que acompañaba la entrada de Alfred. Se sentó a su derecha, a su izquierda Cary Grant. Ingrid Bergman dio comienzo a la ceremonia que recorría la historia de uno de los más importantes protagonistas de la historia del cine. Actores, escritores y directores aparecían en pantalla encumbrando con palabras maravillosas sus películas. Cuando el discurso terminó, Alfred subió al escenario para recibir el premio. Sosteniéndolo entre las manos dijo a su audiencia: “Para Alma, sin la cual probablemente hubiera terminado en este banquete como uno de los mozos con movimientos más lentos”.

Hitchcock fallece en su casa en 1980, a los 80 años de edad y Alma dos años más tarde.

Fuente: http://revistasiamesa.blogspot.com/2007/04/fragmento-de-la-seccin-amores-fatales.html

Publicado por Aisha en 8:11  

Etiquetas: Alfred Hitchcock y Alma Reville

Ronald Reagan y Nancy Reagan

Reagan conoció a la actriz Nancy Davis en 1949, después de que ella lo contactó, por su calidad de presidente del Screen Actors Guild, para que la ayudara con un asunto relacionado con la aparición de su nombre en una lista negra comunista en Hollywood (había sido confundida por otra Nancy Davis). Ella describió el encuentro diciendo, "No se si habrá sido exactamente amor a primera vista, pero fue muy cercano a ello.". Se comprometieron en el restaurante Chasen's en Los Angeles y contrajeron matrimonio el 4 de marzo de 1952. Tuvieron dos hijos: Patti y Ron.

Quienes los observaron describen a la relación de los Reagan como cercana e íntima. Durante su presidencia se reportó que frecuentemente mostraban su cariño el uno por el otro; una secretaria de prensa dijo, "Nunca se tomaron el uno al otro por sentado. Nunca dejaron de cortejarse.". "La solía llamar "Mommy"; ella lo llamaba "Ronnie." Él le escribió una vez, "Todo lo que atesoro y disfruto... no tendría sentido si no te tuviera a ti." Cuando él estaba en el hospital después del intento de asesinato de 1981, ella dormía con una de sus camisas para confortarse con su aroma. La historia de amor de Ronald y Nancy Reagan se prolongó más de medio siglo y se mostró en público en muchas ocasiones. Caminaban cogidos de la mano. Cuando él abandonaba la Casa Blanca, ella lo saludaba desde una ventana. Si se separaban por algunos días, él se ponía triste. Durante las campañas de Ronald, Nancy se hizo famosa por la mirada de adoración hacia su esposo. Pero en el 1994, Reagan anunció que se le había diagnosticado el mal de Alzheimer, una afección neurológica caracterizada por pérdida de la memoria. A partir de ahí y con más ahínco que nunca, Nancy se convirtió en su guardián. En épocas más felices, Reagan dijo en cierta ocasión que su matrimonio era “como el sueño adolescente de lo que un matrimonio debe ser”.

Juntos. La historia de amor entre el ex presidente norteamericano y su esposa perduró más de medio siglo, hasta que en 2004 murió Ronald, de una neumonía complicada con su mal de Alzheimer.

Publicado por Aisha en 6:52  

Etiquetas: Ronald Reagan y Nancy Reagan

John Lennon y Yoko Ono

Yoko Ono y John Lennon conforman la pareja más representativa y controversial de los años 60. Enmarcados en el hippismo y en la beatlemanía, Yoko (artista plástica japonesa) y John se conocen en una galería de arte en Londres en 1966. A partir de ese momento, Yoko, de 33 años de edad, decide perseguir a Lennon, quien tenía 27 años y cuya fama como parte integral de los Beatles ya había transcendido las fronteras. En 1969 John y Yoko contraen matrimonio. Los primeros momentos de la pareja estuvieron marcados por una locura que llegó a su máxima expresión en la luna de miel, cuando la pareja se pasó 7 días acostada en la cama de la Suite Presidencial del Hotel Hilton en Ámsterdam recibiendo a periodistas y exponiendo su mensaje de paz mundial.

La intensa y pública relación de este par de excéntricos tuvo sus altos y sus bajos. Entre drogas, protestas, amor y peleas transcurrió el tiempo hasta que en 1973 John deja a Ono y se marcha con su joven y simpática secretaria May Pang. Yoko busca otros amantes pero intenta luego recobrar el amor de su esposo, con quien recomenzó la relación tildada por muchos como "teatral". En 1975, Yoko dio a luz a su único hijo con ella, después de un aborto, llamado Sean Taro Ono Lennon. Yoko se encargó de los negocios y John se convirtió en un "amo de casa", dispuesto a cuidar en todo momento a Sean, incluso abandonó su carrera musical. Sin embargo, una noche, al terminar de grabar con Yoko unas pistas, sobrevino la tragedia: Lennon murió asesinado el 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, a manos de un fanático desequilibrado, Mark David Chapman.

Siempre se reconoció a Yoko Ono como una mujer talentosa, conociéndosele inclusive trabajos de artista de vanguardia y un libro que recibió muy buenas críticas; sin embargo, la enfermiza relación que los mantuvo juntos hasta la muerte de John desesperaba a propios y extraños, quienes veían en Yoko, a la mujer que cambió por completo a Lennon y lo condujo por caminos muy distintos a los que estaban acostumbrados a verlo.

Publicado por Aisha en 6:05  

Etiquetas: John Lennon y Yoko Ono

Ingrid Bergman y Roberto Rossellini

25.11.08

Ingrid Bergman acudió una noche de primavera, corría el año 1948, a una pequeña sala de cine para ver, junto a su marido, Peter Lindstrom, una película recién estrenada: Roma, ciudad abierta, del director italiano Roberto Rossellini. Mientras duró la proyección, sintió muy dentro una emoción sin forma que se manifestaba con esquivas lágrimas que escapaban de sus ojos. Poco después, volvió a ver otra película de este cineasta, Paisà. Y ya el amor se hizo visible y tan grande, que la actriz de moda en Hollywood no pudo menos que escribirle: “Señor Rossellini: he visto sus dos filmes y me han gustado mucho. Si necesita una actriz sueca que hable inglés perfectamente, que no ha olvidado el alemán, a quien apenas se entiende en francés y que del italiano sólo sabe decir ti amo, estoy dispuesta a acudir para hacer una película con usted”.

La relación de inmediato dejó de ser profesional para transformarse en un apasionado romance, hecho que escandalizó a los Estados Unidos, porque ella no sólo estaba casada (con Petter Lindstrom) y tenía una hija, sino que la consideraban una figura emblemática dentro del mundo de Hollywood. Los periódicos incluso la llamaron adúltera. Hollywood no le perdonó que abandonara a su marido e hija y promovió un boicot que duró tres años. Durante ese período, Ingrid no pudo volver a EE.UU. Se divorció en 1950, año en que se casó con Rossellini embarazada de su hijo Robertino. Después vendrían sus otras dos hijas: las gemelas Isotta e Isabella. Rosellini la dirigió en seis películas y no le dejó trabajar con otro director. Esta época no se caracterizó por el éxito, hubo problemas económicos y la relación se deterioró cada vez más. Fue el director Jean Renoir quien, en 1957, rompió esta situación al pedirle a la Bergman que participara en la película Elena y los Hombres. Se divorciaron.

Roberto murió en Roma el 3 de junio de 1977. Ingrid murió de cáncer en Londres, el 29 de agosto de 1982, justo el día de su 67 cumpleaños.

Publicado por Aisha en 13:08  

Etiquetas: Ingrid Bergman y Roberto Rossellini

Tristán e Isolda

El origen de esta leyenda se remonta a un relato celta que describía el romance entre una princesa inglesa y un guerrero irlandés. Este marco le pareció el ideal a Richard Wagner para componer su famosa ópera (fruto del amor imposible del joven Wagner con Matilde Wesendok).

Tristán, hijo de Meliadus y Blancaflor, creció desconociendo quiénes eran sus padres, ya que murieron los dos, y fue educado por el fiel servidor de su madre. Él lo educó tanto en el manejo de las armas como en el arte, y el joven pronto aprendió a tocar muy bien el arpa. Cuando Tristán tuvo suficiente edad, salió en busca de aventuras, hasta que el destino lo llevó a las puertas del castillo del Rey Mark, en Cornualles. Allí se enteró de la verdadera historia de su linaje y fue recibido muy atentamente. Decidió vengar la muerte de su padre retando a combate a Morgan a quien terminó venciendo. Pero pronto un emisario del rey de Irlanda, Morold, llegó a la Corte del Rey Mark para cobrar sus exagerados impuestos. Tristán no pudo permitir esta injusticia, por lo que le retó a un combate. Tristán terminó por acabarlo, pero recibió una herida del arma envenenada de su contrincante que sólo podía curar la hermana de Morold, Isolda.

Tristán partió así hacia Irlanda para ser curado por la princesa Isolda, pero no dio a conocer su nombre, sino que se hizo pasar por un simple juglar que tocaba muy bien el arpa. Isolda y su madre le curaron su herida y Tristán pasó muchos días en la Corte con ellas. Isolda llegó a descubrir, durante estos días, la verdadera identidad de Tristán, el caballero que había dado muerte a su hermano. En un principio ella trató de matarlo mientras él dormía pero enseguida se arrepintió y lo perdonó. Pero Mark, el Rey de Cornualles le había ordenado a Tristán que pidiera la mano de la princesa Isolda en su nombre y se convierta en la reina de Cornualles. De modo que, para sorpresa de todos, Tristán pidió la mano de Isolda para Mark.

La madre de Isolda, al ver infeliz a su hija, hizo una pócima de amor para que Isolda y Mark la tomaran antes de casarse y de este modo se enamorarían. Pero durante el viaje en barco hacia la corte de Mark, Isolda y Tristán bebieron la pócima por equivocación y ellos fueron los que quedaron perdidamente enamorados. Sin embarago, decidieron separarse apenas llegaron a Cornualles. Tristán realizó muchas proezas y hazañas en nombre de Isolda hasta que fue mortalmente herido. Pero no quiso recibir la ayuda de Isolda, para no despertar las sospechas del rey Mark. Tristán fue informado de la existencia de otra curandera que vivía en Bretaña, también llamada Isolda. Hacia allí fue y le curó. Entonces ésta se enamoró de él. Tristán pensó que casándose con ella lograría olvidar a su amada Isolda, pero se equivocó. Así vivió infeliz durante algún tiempo, hasta durante un combate es herido por un golpe de lanza envenenada. Acuden muchos medicos, pero ninguno sabe curar el veneno y Tristán siente que su vida se pierde. Entonces, levantándose, dice a su fiel compañero que quisiera volver a ver por ultima vez a su Isolda, la de los cabellos rubios. Su compañero decide ayudarle. Convienen en que si consigue traerla, izará la vela blanca, pero si fracasa, izará la vela negra. Para desgracia de los amantes, la otra Isolda se entera de toda la conversación. Isolda la rubia es puesta al corriente de la situacion de salud de su amante,y no duda en darle consuelo con su presencia. Tristán cada día pide que se vigile el mar, y cuando Isolda la de Bretaña anuncia la llegada de la nave, miente y dice que la vela es negra. Entonces Tristán se deja morir. Cuando su amor, Isolda, llega y se entera de la desgracia, sube a sus aposentos, exhaló su último suspiro y murió sobre el cuerpo de su amado.

Los dos cuerpos fueron transportados a Cornualles, donde se enterraron por tumbas separadas, por orden del Rey Mark. Pero cuenta la leyenda que de la tumba del juglar nació una enredadera que, cruzando las paredes, descendía hasta la tumba de Isolda. La planta fue cortada dos veces por orden del Rey, pero insistía en crecer. Cuentan que una rosa y una vid crecen de las respectivas tumbas y se entrelazan.

Publicado por Aisha en 11:12  

Etiquetas: Tristán e Isolda

Simon Bolivar y Manuela Saenz

23.11.08

El 16 de junio de 1822, Manuela conoce a Simón Bolívar, cuando hacía su entrada triunfal en Quito, precedido por su banda de guerra. Al llegar Bolívar a la Plaza Mayor, Manuela le arroja una corona de ramas de laurel. Simón mira hacia arriba, y se encuentra con los ojos chispeantes de la quiteña con su maravillosa sonrisa y con sus brazos blanquísimos. Sonríe más y clava en ella su mirada de fuego y agradece el homenaje con una elegante reverencia. Aquel momento fue el inicio de una gran pasión y esta la historia de una vida. Manuela cubrió de tal modo las necesidades que Bolívar, mientras estuvo en Quito, no miró a ninguna otra mujer. Pero esto era únicamente elemento superficial del amor. Comenzó a insinuarse en sus relaciones algo diferente y más hondo, algo que procuraba equilibrio y profundidad al deseo. Manuela conocía —como pocas de las mujeres de Bolívar habían conocido— el valor de los espacios vacíos. Comprendía instintivamente cuándo debía ser tierna y apasionada y cuándo debía escuchar en silencio, mientras la charla devolvía el equilibrio al organismo saciado.

Al poco tiempo, Manuela se había convertido de pronto en una necesidad vital para el Libertador. En octubre, a pesar de las objeciones del general Lara, Manuela fue incorporada oficialmente al estado mayor de Bolívar. Al propuesta del coronel O’Leary, que llegó a sentir por ella un profundo afecto, quedaron a su cargo los archivos personales de Simón. Cuando el Libertador partió hacia el Perú, Manuela se le reuniría también, y su figura estaría presente en todo aquel complejísimo proceso político y militar, tanto en Lima como en Trujillo. El intercambio epistolar avala la fluidez de la relación de los amantes. Más adelante se reencontraron en Bogotá, y enfrentar ambos las intrigas y el tejido de la traición contra el Libertador, hasta producirse el célebre episodio de los conjurados. El 25 de septiembre de 1828 intentarían asesinar a Simón, pero resultó ileso gracias a la ayuda de Manuela.

La declaración de independencia de Venezuela, la oposición en Nueva Granada y la enfermedad que padecía, hicieron a Bolívar renunciar a la presidencia en 1830. El 17 de diciembre de ese mismo año, murió a causa de una tuberculosis.

Tras su muerte, Manuela, aún en Bogotá, quiso suicidarse haciéndose morder en un hombro por una serpiente venenosa, pero no lo logró. Los siguientes años se dedicó a la venta de tabaco, traduciendo y escribiendo cartas a los Estados Unidos de parte de los balleneros que pasaban por la zona, también hacía bordados y dulces por encargo. En 1856 es víctima de la difteria y muere. Su cuerpo fue echado a la fosa común.

Publicado por Aisha en 17:15  

Etiquetas: Simon Bolivar y Manuela Saenz

Clark Gable y Carole Lombard

Carole Lombard pudo haber perdido mucho al no conseguir el papel que quería – Scarlett O’Hara –, pero ganó el corazón de Clark Gable cuando éste hacía el papel de Reht Butler en Lo que el viento se llevó, en 1939.

Para entonces Gable y Lombard habían sido “la noticia” durante tres años, en las columnas de chismes. Los dos símbolos sexuales – ambos fenomenalmente populares entre el público – se conocieron en el Baile Mayfair, en el restaurante Víctor Hugo de Bervely Hills, en enero de 1936, un año después de que Clark ganara el Óscar de la Academia por Ocurrió una noche (It happened one nignt) y de que Carole hiciera el papel principal en varios filmes, incluyendo Godfrey, mi hombre . Carole y Clark quienes habían trabajado juntos en "Ningún hombre suyo" tres años antes, discutieron durante la fiesta. Tres días después, Carole envió a Clark palomas blancas como un ofrecimiento de paz.

El siguiente mes volvieron a encontrarse en el baile “Depresión Nerviosa". Muy de acuerdo con la reputación que tenía de ser la rubia más chiflada de Hollywood, Carole escenificó una entrada en camilla y ambulancia. Clark quedó impresionado, y Carole quedó prendada de su arrebatador encanto. Ella era una chica que sabía cómo conseguir lo que quería. Poco tiempo después, en el Día de San Valentín, Carole compró un destartalado y viejo coche, lo pintó de blanco con corazones rojos y lo envió a la Metro-Goldwyn-Mayer. Al poco tiempo comenzaron a salir juntos. Clark tenía sus dosis de romances extramaritales, pero estaba cautivado con Carole, quien nunca tomó muy en serio su enorme fama.

Carole era una bromista conocida; nada era sagrado para “Ma” como la llamaba Clark, ni siquiera los dientes postizos de “Pa” (se llamaban así cariñosamente). Constantemente ella le recordaba a él su notorio fracaso, "Parnell", y en una ocasión mandó a imprimir volantes para repartirlos en la MGM elogiando una buena presentación del filme, pero en China. “¡No pueden equivocarse 50 millones de chinos!”, decía el mensaje. Incluso sus peleas eran coloridas. Después de sus pleitos, Carole enviaba más jaulas con pájaros, aunque comenzó a acusar a Clark de comerse a las aves.

La relación no estuvo exenta de un tinte de escándalo. Carole se divorció de su marido, pero Clark seguía casado con Ria, y no tenía planes inmediatos de divorciarse. Quizás evitaba tomar una decisión porque no quería enfrentar el enorme acuerdo financiero que Ria demandaba. Este era un problema no sólo para los amantes, sino para Louis B. Mayer quien, como dueño de la MGM, tenía a Clark bajo contrato – y ese contrato incluía una cláusula de moralidad.

Aunque Carole era una conocida mujer de fiestas, se retiró de la escena social para hacer actividades que a Clark le gustaban – ver encuentros de boxeo, de béisbol, carreras de caballos, ir a pescar, practicar el tiro e ir de cacería. Clark no estaba interesado en el papel de Rhett Butler – su mala experiencia con trajes de época como en Parnell no estaba olvidada –, pero no tenía otra alternativa. El productor queria a Clark, quien aún estaba bajo el contrato de la MGM, y Carole le animó mucho para que cogiera el papel. Al mismo tiempo, un artículo en una revista, titulado “Esposos y esposas no casados de Hollywood”, apresuró más a la pareja hacer legal su relación. Con tanto en riesgo en "Lo que el viento se llevó", seguramente Mayer no iba a querer que la estrella de cine se viera envuelto en la vergüenza, y por esta razón Clark puso su vida amorosa en orden. Una vez que el divorcio fue otorgado, el 8 de marzo de 1939, Carole le dijo a la columnista de la revista, “cuando Clark tenga unos días libres, tal vez nos escabullamos y llevemos a cabo la ceremonia”.

A los dos meses del rodaje de Lo que el viento se llevó , Clark se tomó seis días libres. Para escapar de la prensa, no dijo nada sobre sus planes. El 29 de marzo de 1939, la pareja se fue a Arizona. En las afueras de Los Angeles se detuvieron en una floristería, y Clark compró dos claveles rojos para el ojal, un ramo de lilas y rosas rosas para Carole. Cuando llegaron, fueron directamente a la alcaldía para conseguir su acta matrimonial, y luego se casaron en la iglesia. Luego Clark mandó a David Selznick un telegrama. “Casados esta tarde – Carole y Clark”. Carole dijo que ella planeaba trabajar unos años más y luego tener familia. “Dejaré a Pa que sea la estrella y yo me quedaré en casa, zurciré calcetines y cuidaré a los niños”. En su primer aniversario, Carole cubrió el vestidor de Clark con satín, tul y flores e hizo un nido en el que depositó un gran huevo con la leyenda Parnell garabateado en él.

En enero de 1942, Carole se unió a los esfuerzos de entretenimiento de la comunidad para ayudar a financiar la guerra. Pero al regresar de una campaña de venta de bonos, Carole se mató en un accidente de avión, que también causó la muerte a su madre, y a su amigo.

Para Gable comenzó su particular infierno. El infierno de vivir sin ella. Hundido en una profunda depresión, abandona el cine y se alista un año más tarde en la Fuerza Aérea como comandante, y voló en varias misiones de bombardeo sobre Alemania. Tras licenciarse en 1944, vuelve a Hollywood como viudo inconsolable, con una tristeza que era tan patente como su envejecimiento. Se casó dos veces más, y murió el 19 de noviembre de 1960 de un ataque al corazón, cinco meses antes de que su hijo, John Clark Gable, naciera. Por expreso deseo, fue enterrado al lado de Carole, el gran amor de su vida.

Publicado por Aisha en 16:16  

Etiquetas: Clark Gable y Carole Lombard

Diego Rivera y Frida Kahlo

Frida conoció tres años después de su accidente (chocó el autobús en el que viajaba con un tranvía) a Diego Rivera, a quien le llevó algunos de sus primeros cuadros para que los viera. Éste quedó impresionado por su talento (la animó a continuar pintando) pero también por su belleza. Él era 22 años mayor que ella, y se sintió atraída por él cuando le vio. Al poco tiempo se casaron y esa relación estuvo marcada por el amor desenfadado y la infidelidad, pero además, por el compromiso político al cual estaban los dos abocados. Así fue que al poco tiempo, en 1929, se casaron. En 1932 Frida tuvo un aborto que la afectó en lo más hondo, además de inspirarle dos de sus obras más valoradas: “Henry Ford Hospital” y “Frida y el aborto". Estuvieron juntos hasta 1940, cuando decidieron divorciarse, pero un año después volvieron a contraer matrimonio. Fue una relación netamente tormentosa. Amor y odio se conjugaban en un romance que tuvo varias idas y vuelta, para siempre volver a estar juntos. Vivieron una vida sobrepasando los límites de lo convencional. De hecho la madre de Frida se opuso rotundamente a esta pareja, ya que no le gustaba que Diego fuera comunista y ateo, y encima mujeriego. La relación entre ambos fue problemática y llena de pasión, es que ambos tenían personalidades avasallantes. Pero los dos por igual dedicaron su existencia al arte, a la vez que entre ambos hubo una mutua admiración. Y aunque juntos, él no dejó de estar con otras mujeres, mientras ella luego comenzó a hacer lo mismo, tanto con hombres como con personas de su mismo sexo. Eso sí, tanto Frida como Diego estaban al tanto de todo.

En 1953 tuvieron que amputar la pierna a Frida por debajo de la rodilla, debido a una infección de gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones. Durante ese tiempo, debido a que no podía hacer mucho, escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y remordimiento. Murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. No se realizó ninguna autopsia, y su cuerpo fue icinerado, albergando sus cenizas en la Casa Azul de Coyoacán.

Después de la muerte de Frida, Diego se casó con Emma Hurtado. Murió el 24 de noviembre de 1957, a los 70 años, a causa de un cáncer.

Publicado por Aisha en 15:44  

Etiquetas: Diego Rivera y Frida Kahlo

María Callas y Aristóteles Onassis

María y Aristóteles se conocen en 1959, en Venecia. Aunque ambos están casados, desde el primer momento surge una atracción que poco a poco se afianza. Ante esta relación tan evidente, sus parejas piden el divorcio.

La relación terminó abruptamente cuando un Onassis deslumbrado dejó sin mayores miramientos a María para casarse con Jackie Kennedy, viuda de John F. Kennedy. Jacquie insistió en casarse para no escandalizar a sus hijos de corta edad. A lo que el magnate accedió encantado, dejando de paso a Callas destrozada sentimentalmente. Pasado un tiempo, Jacquie empezó a tener gustos extravagantes y costosos, que un afligido Onassis debía satisfacer a costa de elevadas sumas de dinero, recursos y personal a su servicio. Pronto se cansó de ella. Jacquie pasaba la mayor parte del tiempo de compras y la vida marital se volvió vacía para Onassis. Entonces volvió otra vez sus ojos a María Callas, quien fue el amor más grande de su vida. Pero la Callas nunca le perdonó a Onassis el desaire. Lo rechazó dignamente y nunca más se volvieron a encontrar físicamente. Onassis se sumió en la soledad y la depresión.

María siguió con su carrera artística, cantaba penosamente, pero trabajaba duro. Un día tuvo que ir corriendo al hospital, y se anunció que había querido suicidarse con una sobredosis de barbitúricos. Por aquel tiempo tomaba más somníferos para dormir, y más barbitúricos para encontrar la paz.

Onassis murió en 1975 a causa de una neumonía bronquial a los 69 años. María murió dos años después, en 1977, a los 53 años en su casa de París, en la más completa soledad.

Publicado por Aisha en 14:32  

Etiquetas: María Callas y Aristóteles Onassis

Rainiero de Mónaco y Grace Kelly

Grace tenía 25 años, había ganado un oscar y era un de las bellezas más famosas del mundo. En la primavera de 1955, fue al festival de Cannes, ya que fue invitada a una sesión de fotos con el Príncipe de Mónaco, para publicidad turística, pero dijo que no iba a ir porque a esa misma hora tenía un turno en la peluquería. A base de insistencias, Grace fue a la sesión y los dos charlaron y se sintieron atraídos el uno por el otro. Al volver ella a los Estados Unidos, comenzaron a cartearse con el padre Tucker como mensajero. Rainiero la siguió hasta EE.UU para establecer un romance con ella, después de obtener el consentimiento de sus padres. Rainiero le regaló a Grace un anillo de compromiso. Ella decidió no quitárselo mientras filmaba su última película en Hollywood, "Alta Sociedad". Los Grimaldi reclamaron un examen ginecológico para ver si Grace podía tener hijos. Kelly estaba muy preocupada porque ese examen además iba a demostrar que ella no era virgen. Rainiero ordenó que el examen se pasara por alto y en aquel momento la prensa no se enteró del asunto.

Se casaron el 18 de abril de 1956. A partir de entonces su vida y su trabajo estuvo dedicada por entero a su familia y al Principado. El 23 de marzo de 1957, nueve meses y cinco días después de la ceremonia nació su primera hija, la princesa Carolina y el 14 de marzo del año siguiente, nació Alberto, poco tiempo después Estefanía. Instalada en el trono de su reino encantado, Grace de Mónaco tuvo muchas otras vidas. Madre, mujer de mundo, princesa, también, de un reino que también tiene realidad histórica y su esposo estaba reconstruyendo. Rainiero devolvió a su patria el orgullo de una cierta independencia y palmaria prosperidad. Grace supo poner su gracia natural al servicio de causas bien reales y materiales.

En 13 de septiembre de 1982 la princesa sufrió un accidente cuando conducía su coche por una carretera cercana a Mónaco. Llevaba a su hija Estefanía como acompañante, quien salió ilesa. Al dia siguiente, la princesa murió sin recobrar el conocimiento, tenía 52 años. Rainiero nunca pudo superar la pérdida de su esposa, alejándose gradualmente de la sociedad para vivir aislado en palacio. Tras varias hospitalizaciones, su salud fue deteriorándose. Murió el 6 de abril del 2005, a los 81 años.

Publicado por Aisha en 12:21  

Etiquetas: Rainiero de Mónaco y Grace Kelly

Adriano y Antinoo

En uno de sus viajes (Adriano es conocido en la historia como "el emperador viajero"), el emperador quedó impresionado por el bello adolescente, Antinoo, un joven lampiño, con cabellera rubia y con bucles, largas pestañas y aire melancólico. Adriano, que rozaba la cincuentena, se enamoró de él. No se separaron ni un sólo instante, Antínoo procedía de orígenes humildes, no era muy culto, pero le encantaba untar de aceite perfumado a Adriano, y era dócil y amoroso. Le acompañaba en todos sus viajes, hasta que, el 30 de octubre de 130, Antinoo se suicida ahogándose en el Nilo, a los 19 años de edad. Hay varias opiniones: algunos afirman que se sacrificó a si mismo por Adriano, otros que fue asesinado por su belleza y sensualidad. Lo más aceptable es lo primero.

Adriano se hundió de pena, y fue la mofa del Imperio por sus exageradas muestras de dolor, por la deificación de Antinoo, por las incontables estatuas del bello adolescente que mandó esculpir y por las ciudades que ordenó proyectar y rebautizar en su honor (una de ellas, Antinoopolis, se fundó en el lugar donde falleció). El carácter de Adriano dio un giro radical: se agudizaron su cinismo e intransigencia. Contaba ya 60 años, estaba enfermo y había perdido el ímpetu de antaño para su trabajo. Adriano . Sus últimos días transcurrieron entre lamentos, tanto por los fuertes dolores que le aquejaban como por la frustración de no encontrar quien le administrara una dosis de veneno o una estocada letal. Murió el 10 de julio de 138, en la bahía de Nápoles, a los 60 años.

Publicado por Aisha en 10:31  

Etiquetas: Adriano y Antinoo

Sandro Botticelli y Simonetta Vespucci

Simonetta era la mujer de Marco Vespucci, hermano de Américo. Era genovesa y tenía 15 años cuando entraba por las puertas de Florencia. Giuliano di Piero de Medici, estaba enamorado de ella,y encargó a Botticelli una pintura ("El Nacimiento de Venus"). Simonetta se convirtió en la modelo y musa de Boticcelli. Decían que el pintor estaba enamorado de ella, no se sabe, pero si hubiera sido así, fue un amor nunca declarado, expresado sólo a través de sus numerosos retratos.

Es impresionante comprobar la huella que dejó en Botticelli esta mujer, a la que prácticamente dedicó casi todos su cuadros. Simonetta murió tan solo un año después, la noche del 26 de abril de 1476, presuntamente de tuberculosis, a los 22 años de edad. Botticelli finalizó el Nacimiento de Venus nueve años después de la muerte de Simonetta y después pidió ser enterrado a los pies de ella. Boticcelli murió el 17 de mayo de 1510.

Publicado por Aisha en 9:53  

Etiquetas: Sandro Botticelli y Simonetta Vespucci

Frédéric Chopin y George Sand

Chopin tenía 26 años y ella 32. George Sand era una famosa escritora, y se caracterizaba por ser una mujer independiente, cuya actitud reflejaba su desdén por las normas del decoro. Era una mujer de baja estatura, regordeta, y de una inteligencia aguda, permanecía constantemente en el centro de la atención pública. Solía vestirse con ropas masculinas, utilizaba bastón, fumaba cigarros y tenía una sucesión de amantes. "Hoy he conocido a una gran celebridad, madame Dudevant, conocida como George Sand. Su apariencia no es agradable. De hecho hay algo en ella que indudablemente me repele. ¡Qué persona más falta de atractivo! ¿Es realmente una mujer? Me inclino a dudarlo..."- diría Chopin en una carta.

Al comienzo, Chopin sintió rechazo por George Sand, le desagradaban mucho sus extraños hábitos. Pero la ruptura con su amada Maria le había sumido a en una profunda desesperación y cae de nuevo enfermo de gravedad. Entonces George Sand le visita y surge una gran amistad, que se convierte mas tarde en gran amor. La relación amorosa avanzó lentamente, y en 1838 ya estaban viviendo juntos. Chopin cayó enfermo de tuberculosis y, por recomendación de su médico, él y Sand decidieron viajar a Mallorca para pasar el invierno allí. Pero el viaje a Mallorca resultó ser un infierno. Entre el mal tiempo, la lluvia constante y la casa húmeda en donde se habían hospedado, los débiles pulmones del músico no resistieron. A pesar de la mala salud, compuso varias obras importantes en Mallorca, entre ellas estaba la serie completa de los Veinticuatro Preludios para Piano.

La relación entre Chopin y George Sand duró hasta 1847, como consecuencia de una lamentable ruptura promovida por los hijos de ella. Chopin queda destrozado y su callado sufrimiento lejos de George Sand le lleva perder su inspiración y poderío creativo. Él muere en París el 17 de octubre de 1849, de tuberculosis, a los 39 años. Ella, el 8 de junio de 1876 a la edad de 72 años.

Publicado por Aisha en 9:05  

Etiquetas: Frédéric Chopin y George Sand

Arthur Rimbaud y Paul Verlaine

Cuando se conocieron en 1871, Paul tenía veintisiete años y Arthur diecisiete. Arthur le había enviado antes unos poemas desde Charleville. Se habían carteado, y en un arranque de entusiasmo, el poeta consagrado, aburrido de su vida domestica, lo debió invitar a pasar unos días a París. "No tengo dinero, llevo sólo mi poesía"-, le respondió Rimbaud, el joven con rostro de ángel desterrado, los cabellos castaños eternamente despeinados y ojos de azul pálido.

Pronto sintieron el uno por el otro una fuerte atracción, a la que se unió la común pasión por la bebida, la poesía y los hombres. Formaron pronto una pareja empática aunque tormentosa. Mantuvieron una relación que rozaba el delirio y la pesadilla. Tomaban hachís, absenta y ajenjo para superar los límites de la razón, del bien y del mal, y sobre todo, de los absurdos prejuicios sociales de un mundo aburguesado, decadente y absurdo. Al poco de llegar a París el provinciano Rimbaud se enemistó con todos los poetas parnasianos, que lo consideraron demasiado agreste. Las veladas en los cafés eran desastrosas. El niño prodigio se reveló como un pendenciero y un provocador. No le cayó bien a nadie, y sobre todo no le cayó bien a la familia de Paul, que lo veían como un tipo peligroso, como una mala influencia y como un rival. A la mujer de Paul, desde luego, no le faltaban razones.

Fue la de ellos una relación de amor y odio que terminó de manera trágica, como trágico fue también el final de sus vidas. En los dos años que duró la relación se hicieron daño mutuamente. Hubo maltratos, lágrimas, arrepentimientos, idas y venidas por distintas ciudades de Europa, escapadas que terminaban en regresos, escándalos que se hacían públicos, dolor y sobre todo mucha locura.

Ocurrió en Bruselas en 1873. Paul había amenazado con suicidarse varios días antes, mamá Verlaine acudió en ayuda de su hijo, y también Rimbaud, que respondía así a las súplicas de su amigo tras la última despedida. En cuanto se vieron juntos de nuevo comenzó el tormento. Alcohol, sexo y peleas. El final se resolvió con tres disparos, la mano herida de Arthur por una bala y una condena a dos años de trabajos forzados.
Sólo se volvieron a ver una vez más, en 1875 a la salida de Verlaine de la cárcel. Para entonces ya estaban acabados. Aquella noche la pasaron de farra trincándose una borrachera antológica y una formidable pelea a puñetazos que resolvió finalmente el caos de su angustiosa relación.

Arthur Rimbaud renunció a la poesía y no volvió a escribir más. Se convirtió en uno de esos extraños seres siempre perseguidos por su destino, fue un aventurero y un hombre de acción. Así demostró una vez más que cada pocos años parecía cansarse de ser quien era. Murió a los treinta y siete años de edad y con una sola pierna, entre tremendos dolores, como consecuencia de un tumor de hueso que se le declaró en la rodilla y avanzó por todo el cuerpo velozmente.

Paul Verlaine conoció la degradación progresiva de su talento y su persona. Murió completamente sólo a los cincuenta y dos años de edad, sifilítico, borracho y arruinado.


Fuente: http://www.agustincelis.com/id34.htm

Publicado por Aisha en 8:47  

Etiquetas: Arthur Rimbaud y Paul Verlaine

Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais

Esta pareja fue polémica, ya que ella se quitó 5 años y el se añadió 1 al momento de la boda, pero no solo fue eso, sino que firmaron un contrato matrimonial con separación de bienes, que al parecer resulto ser fantasioso, ya que Josefina poseía solo lo que llevaba puesto y Napoleón no tenía fortuna. A pesar de su contrato matrimonial, la colmó de bienes.

Josefina de Beauharnais, quien siendo una viuda alegre y descarada, y madre de un chico de catorce años. Napoleón se enamoró locamente de ella a primera vista. Josefina era una mujer apasionada y sensual. Sin embargo, Napoleón se las arregló para tenerla esperando dos horas el día de su boda. Era muy promiscua, y todo el mundo se rió de Napoleón cuando él "quiso pagar por lo que todos obtenían gratis "al casarse con ella. Pese a su matrimonio, Josefina continuó una vida frívola y en las constantes ausencias de Napoleón cuando su mando en el Ejército de Italia, aprovechó para mantener amantes. Este comportamiento motivó que Napoleón tuviera otras amantes, algunas de las cuales eran damas de compañía de Josefina cuando Napoleón había escalado a la cumbre del poder político.

A pesar de haberla coronado emperatriz, cuando tuvo que escoger entre el amor y la sucesión de su monarquía, Napoleón dejó a Josefina. La ausencia de herederos y las infidelidades hicieron que Napoleón se divorciara de ella para casarse con una mujer de sangre real, Mª Luisa de Habsburgo, con la cual esperaba fundar una dinastía. Pero no fue así. Cuatro años más tarde fue enviado al exilio. Su esposa real no le acompañó; su imperio y amor se hicieron pedazos.

Publicado por Aisha en 8:06  

Etiquetas: Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais

Sissi de Baviera y Francisco José

La historia de amor entre la princesa Sissi de Baviera y Francisco José comenzó en 1853 en una localidad cerca de Salzburgo donde el Emperador de apenas 23 años estaba de vacaciones. Francisco José debía haber sido presentado a la princesa Elena de Baviera, hermana de Elizabeth, pero al conocer a Sissi se enamoró perdidamente y oponiéndose a su madre se comprometió con aquella joven de apenas 15 años. Un año después se celebró la boda y Austria se enamoró de su joven emperatriz de cuentos de hadas. Sin embargo, Sissi no era feliz. Francisco José la amaba, pero al gobernar sobre 50 millones de personas, tenía poco tiempo para su esposa, quien pasaba la mayoría de las noches durmiendo sola, fuera de la cama imperial. La emperatriz, de espíritu inquieto y gran inteligencia, pronto se interesó en los asuntos de Estado y sus ideas liberales pronto contribuyeron en la lucha por la igualdad del pueblo húngaro y lograron que Francisco José fuera consagrado Rey de Hungría.

La madre del Emperador nunca aceptó a Sissi y cuentan crónicas de la época, que los invitados a los banquetes del palacio real solían reservar para la misma noche una mesa en el restaurante del hotel Sacher. El ambiente tenso entre el Emperador, su madre y Sissi no auspiciaba grandes veladas y las cenas solían ser muy breves.

La tensión llegó a tal punto que la Emperatriz comenzó a tener una vida bastante independiente de la de su marido, le encantaba viajar y algunos afirman que solía escaparse bastante. Los viajes de Sissi se hicieron cada vez más frecuentes y más largos. Iba a visitar a su familia en Alemania, Inglaterra, Venecia que todavía estaba bajo dominio de Austria, o a su "paraíso secreto", como le gustaba llamarle a la isla de Madeira sobre el Océano Atlántico. Al principio viajaba a todo lujo, con incontables vestidos y un séquito de 90 personas a su servicio, que ocupaban varios vagones del tren imperial. Un hecho por demás desgraciado, el suicidio de su hijo, transformó profundamente el carácter de Sissi, que continuó viajando pero sin tanta pompa. Viajaba sólo con una dama de compañía y se registraba en los hoteles con un seudónimo: "Duquesa de Hohenberg". Cada vez más alejada de su marido, sólo se enteraba de su paradero por la prensa.

Todas las imágenes de Sissi, los retratos y esculturas, la muestran como una mujer joven. Esto es porque cuando Sissi cumplió los 30 años, cubrió su rostro con un velo, para que siempre se le recordara joven y bella. En vida ella misma se encargó de convertirse en un mito. Y su muerte no fue menos cinematográfica. Fue asesinada a la edad de 61 años en un atentado político. Pegado al Palacio Real, muy cerca del Teatro Nacional y el Ayuntamiento, su marido Francisco José, decidió construir un parque abierto al público, con un memorial de Elizabeth.

Publicado por Aisha en 7:27  

Etiquetas: Sissi de Baviera y Francisco José

Diego Marcilla Isabel de Segura (Los amantes de Teruel)

A principios del siglo XIII, viven en Teruel dos familias, probablemente hidalgas y, por lo que se sabe, en buena armonía. Mientras que los Segura disfrutaban de una posición económica acomodada, los Marcilla no parece que tuviesen tal suerte. Isabel de Segura, heredera de los primeros, y Diego Marcilla, segundón de la otra, eran dos jóvenes de parecida edad, se conocían desde niños, jugaron juntos y al llegar a la adolescencia cambiaron su amistad por un profundo amor. En su momento, de común acuerdo con su amada, el joven solicitó la mano de Isabel. D. Pedro de Segura, padre de la novia, se opuso tajantemente, alegando la falta de recursos de los Marcilla. Ante esta negativa, Diego Marcilla solicita de D. Pedro, un plazo de cinco años para intentar mejorar su suerte.

Estamos en el Aragón de la Reconquista, el poder almohade acaba de ser destrozado en forma definitiva en las Navas de Tolosa; ahora, el territorio controlado por los musulmanes aparece como presa fácil para el empuje cristiano, está al alcance de la mano de guerreros afortunados conseguir riqueza y honor. El tesón de los novios vence la inicial reticencia paterna y se consigue el acuerdo; de inmediato el joven se va a la guerra. Pasan los cinco años y Diego no regresa, ¿habrá muerto en el empeño? ¿será que olvidó su promesa?. La falta de noticias autoriza al padre de Isabel para, sin faltar a su palabra, concertar la boda de su hija con D. Pedro Fernández de Azagra, cuya familia es probablemente la más acaudalada y poderosa de la frontera. El día de la boda, un jinete cruza la muralla, extrañado por el alegre ambiente que reina en las calles, pregunta la causa y al oír la respuesta su rostro palidece, corre hacia la iglesia y llega a los pies del altar mayor justo a tiempo para escuchar la bendición del sacerdote a los recién casados. Se trata, como era de imaginar, de D. Diego, ahora rico y ennoblecido por su valor y decisión en el campo de batalla. Ante lo inevitable de su suerte, pide a Isabel un único beso de despedida; pero la reciente esposa, como ya pertenece a otro hombre, se lo niega y el infeliz enamorado cae muerto, fulminado a sus pies.

Al día siguiente, tienen lugar los funerales por Diego. En mitad de la ceremonia aparece una dama vestida de luto, que acercándose donde se expone al fallecido, le besa y a continuación cae muerta a su lado. Es Isabel, quien no ha podido sobrevivir a aquella única prueba de amor.

Las tres familias afectadas deciden enterrarlos juntos, en la nave de la misma iglesia donde ha culminado la tragedia.

¿Leyenda o realidad? Es difícil responder. Los numerosos estudios parecen alimentar la segunda hipótesis. Existe un acta notarial fechada en 1619 que atestiguan una exhumación realizada en 1555 durante unas obras en la iglesia de San Pedro. Enterrados bajo el pavimento aparecen los cadáveres de un varón y una mujer, que son los restos que ahora reposan bajo el mausoleo de Juan de Ávalos. Los resultados de los análisis realizados en el año 2004 corroboran el origen medieval, aunque con ciertas discrepancias según las diferentes muestras. Mientras que algunas apuntan a 1260 como antigüedad máxima, con un margen de error de unos cuarenta años, en buena armonía con la fecha de 1217, donde varias crónicas sitúan los hechos; otras las datan entre los siglos XIV y XV. Una plausible explicación sería la posible contaminación con otras fuentes ocurridas durante algún traslado o levantamiento no registrado. Parece cierto que al descubrirse los cadáveres, de inmediato fueron atribuidos a Los Amantes de Teruel.

Publicado por Aisha en 6:58  

Etiquetas: Diego Marcilla Isabel de Segura (Los amantes de Teruel)

Romeo y Julieta

Tragedia de William Shakespeare sobre las desventuras de una pareja de enamorados que sufre la terrible enemistad de sus familias: Montescos y Capuletos, en la ciudad de Verona, ltalia. La muerte de ambos cierra la historia de amor más conocida de la Tierra. En una de las líneas más sentidas, Julieta dice: "Romeo, Romeo, ¿por qué eres Romeo" haciendo referencia al nombre que obligaba a la separación de ambos.

Verona, mes de julio. En un baile de máscaras se conocen Romeo Montesco y Julieta Capuleto, quienes se sienten inmediatamente atraídos. Romeo le declara su amor cuando la visita en el balcón de la casa familiar. Pero siendo conscientes del odio que separa a las dos familias nobles, eligen casarse en secreto ante el sacerdote Lorenzo. Luego, en una lucha personal, uno de los Capuletos mata a un amigo de Romeo y éste a su vez, da muerte al matador. Romeo es obligado por su familia a ocultarse en Mantua. El padre de Julieta, que desconoce la boda secreta, quiere obligar a su hija a casarse con el conde Paris. Julieta visita al sacerdote pidiéndole consejo, pues ni quiere ni puede romper su voto matrimonial.

El religioso le da entonces una poción que produce en las personas la apariencia de la muerte secándolas profundamente. De tal forma, piensa el sacerdote, Romeo vendrá en su rescate. Ella toma el engendro. Romeo regresa a Verona al tener noticias de la muerte de Julieta y, lleno de odio, mata a Paris. Luego encuentra a Julieta supuestamente "muerta". Incapaz de soportar tanto dolor, Romeo le da un último beso, se toma un veneno y cae muerto a sus pies. Cuando Julieta se recupera del letargo y comprueba la muerte de Romeo, ella también se suicida, clavándose una daga en el pecho.

Tras la terrible tragedia de muertes y odios rodeando el amor imposible y eterno, las familias superan las distancias y se reconcilian. Romeo y Julieta ha sido llevado al cine, al teatro, a la danza, se han compuesto sinfonías, conciertos, poemas sinfónicos, ballets y se han producido centenas de pinturas y esculturas.

Publicado por Aisha en 6:37  

Etiquetas: Romeo y Julieta

Camille Claudel y Auguste Rodin

22.11.08

Camille gana el premio de Roma de escultura y se va a Italia, y tiene como profesor al escultor August Rodin. Camille se enamora de Rodin al poco de conocerlo. Y a él ella le deslumbró. Pero no sólo fue su belleza, le fascinó su obra. Nada más ver sus yesos descubrió en ella un alma gemela, alguien que como él vivía por y para los perfiles. Alguien que, como él, se zafaba del academicismo para liberar las figuras, dotarlas de movimiento y emoción, transformando poses clásicas en nuevas formas de poderosa vitalidad. Rodin tenía en ese momento cuarenta y tres años de edad y Camille sólo diecinueve. Así se inició una de las relaciones más tórridas que ha habido en el mundo de los artistas. Su amor fue desmesurado, pasional y lleno de celos, traición, angustia y dolor. Dos años después de conocerse, Camille comenzó a ser ayudante de Rodin en el estudio para poder aprender más sobre la escultura. La joven continuó viviendo en casa de sus padres hasta 1888, momento en que se muda a un lugar cercano al estudio de Rodin. La única mujer entre sus alumnos, rápidamente se convirtió en objetos de guiños y sonrisas, desde que se hizo evidente el magnetismo que ejercía sobre el maestro. Su rostro, su talle, sus formas, pronto fueron reconocibles en sus esculturas, para escándalo de su familia. Antes musa que modelo y amante.

En 1893 Rodin trabaja y esculpe para el gobierno francés y Camille queda en un segundo plano para él. El talento indiscutible de Camille se vio opacado por la gran sombra de Rodin, y se especula que fue por tal motivo, que después de aquellos largos y compenetrados quince años, la relación empezó a tambalearse; tal vez ella esperaba demasiado de él. Ella lo amaba profundamente y la gran mayoría de sus obras reflejan el estado y la presión censuradora a la que fue llevada. El abandono de su amante se cree que fue la causa del declinar de la carrera y de su estado mental. Camille vive y trabaja totalmente sola aunque mantiene un contacto insetable con Rodin, hasta que en 1898 terminan definitivamente sus relaciones viciado por la comtetencia y porque él nunca abandono a Rose, la compañera con la que vivía y con la que tenía un hijo no legitimado. Ella era consciente de que Rose Beunet, la fiel compañera del creador, siempre se interpondría entre ellos porque Rodin ni siquiera se planteó dejarla cuandso estuvo embarazada de un hijo que núnca llegó a nacer.

Camille se dedicó entonces a la escultura de manera frenética, y se volvió cada vez más arisca. Participó en varias exposiciones de galerías importantes pero no salía de su cuarto, donde se dedicaba a esculpir encerrándose en su casa con sus gatos, y con llave puesta en las puertas y ventanas, en acto de inaudita desesperación. Su situación económica se encrudeció y al poco tiempo empezaron a aflorar muestras de problemas mentales. Finalmente cayó enferma, tanto que en diciembre de 1905 se organizó en París una última gran exposición con 13 de sus esculturas. Se volvió una paranoica e insistió en que Rodin la quiería destruir y que la perseguía. Para empeorar las cosas su hermano, con el que estaba muy apegada, se fue a trabajar fuera y la dejó aún más sola. Sin él y la guía de Rodin se derrumbó.

Empezó a tener problemas con las galerías al no entregar las obras. El problema no era que no las realizara sino que una vez acabada la escultura la destruía. Comenzó a sentir miedo, apenas comía por temor a ser envenenada y destruyó a martillazos sus propias obras. En 1913 moría su padre, la única persona de su familia en la que Camille encontró algo de comprensión. Una semana después, fue arrastrada fuera de su apartamento e introducida en una ambulancia. Su madre, había firmado los papeles para su internamiento en el sanantorio de Ville-Evrard ante la opinión médica de que sufría severos trastornos mentales que la hacían peligrosa para sí misma y para los demás, y quizás porque su extraño comportamiento anterior con Rodin y el actuál manchara la reputación que se estaba creando su hermano en la diplomacia. "Triste sorpresa para un artista; eso fue lo que obtuve en lugar de una recompensa, suelen ocurrirme semejantes cosas", escribiría ella después. Camille fue llevada en 1914 a un asilo mental de Montdevergues donde se quedó hasta su muerte treinta años después en 1943.

"Tras apoderarse de la obra realizada a lo largo de toda mi vida, me obligan a cumplir los años de prisión que tanto merecían ellos...". Estas palabras fueron escritas por Camille Claudel al cumplirse el séptimo año de lo que ella misma calificaba como "penitencia", su internamiento en un manicomio. No obstante, en su primer día de ingreso, el doctor Truelle, que la atendió le diagnosticó "manía persecutoria" y "delirios de grandeza". Se creía víctima de "los ataques criminales de un famoso escultor". Odiaba profundamente a Rodin y llegó a escribir mostrando claramente como la pasión se había tornado en odio: "En el fondo. todo eso surge del cerebro diabólico de Rodin. Tenía una sola obsesión: que, una vez muerto, yo progresara como artista y lo superara; necesitaba creer que, después de muerto, seguiría teniéndome entre sus garras igual que hizo en vida".

Publicado por Aisha en 12:44  

Etiquetas: Camille Claudel y Auguste Rodin

Hamlet y Ofelia

Hamlet es una de las obras de madurez de William Shakespeare, fechada hacia 1600-1601, y está basada en una de las leyendas danesas recogidas por Saxo Gramaticus en sus Crónicas Dánicas fechadas en el siglo XII.

El príncipe Hamlet sufre la pérdida de su padre, el rey Hamlet de Dinamarca. Apenas pasado poco más de un mes del fallecimiento del rey, Claudio, hermano del difunto, hereda el trono y se casa con la madre de Hamlet, la reina Gertrudis. Estos hechos hacen que la agonía y el dolor de Hamlet aumenten, ya que ve a su madre como una mujer de afectos inconstantes, infiel y sin corazón. Más adelante, el supuesto fantasma del rey Hamlet se le aparece al príncipe y le revela la causa de su muerte: había sido asesinado por su propio hermano, Claudio, y le pide a Hamlet que se vengue acabando con la vida del fratricida. Tras este encuentro, Hamlet duda si el fantasma es o no su padre y si lo que le ha dicho es cierto.

Ofelia, quien había tenido una relación afectiva y amorosa con Hamlet en tiempos anteriores al inicio de la acción dramática, es obligada por su padre y por su hermano a que termine con dicha relación por unos chismes. Vigilada por su padre y por Claudio, Ofelia rompe la relación, devolviéndole a Hamlet algunos recuerdos que él le había dado. Hamlet reacciona con furia, enloquecido, diciéndole que se vaya a un convento. Más adelante, Hamlet, aprovechando unos actores que el rey Claudio había ordenado contratar para que distrajeran a Hamlet de su melancolía, ordena para que monten una obra de teatro mostrando la manera en que el fantasma le había descrito el asesinato. La reacción del rey ante la obra termina de convencer a Hamlet de que las revelaciones del fantasma eran ciertas.

En una discusión con su madre, Hamlet mata accidentalmente a Polonio, quien estaba oculto detrás de un tapiz. En un arrebato de ira, el príncipe había pensado que quien estaba oculto era el rey Claudio. Entonces, aparece el espectro y habla con Hamlet, pero la reina no lo puede ver ni escuchar. El rey, atemorizado tras verse comprometido por el argumento de la obra montada, y temiendo por su propia vida luego de conocer el asesinato de Polonio, decide enviar a Hamlet a Inglaterra, pero no sin antes pedirles en secreto a los ingleses que no duden en asesinar a Hamlet en cuanto llegase. Hamlet parte así, pues, a Inglaterra.

Laertes, al enterarse del asesinato de su padre, jura venganza. Ofelia, con su salud mental seriamente afectada por el asesinato de su padre, muere ahogada en un río. Más tarde, el rey Claudio y Laertes, al saber del fracaso que había tenido el plan de matar a Hamlet y al enterarse también de su regreso, organizan otro plan para matarlo. Laertes pelearía contra Hamlet con una espada envenenada. Durante un combate, Hamlet y Laertes se hieren mutuamente de gravedad con la espada envenada de Laertes. La reina bebe del vino envenenado que estaba destinado a Hamlet y muere. En medio de la confusión, Laertes y Hamlet son separados; Laertes se lamenta, confiesa a Hamlet que la trampa del vino fue ideada por el rey, y declara al rey como el delincuente de esta tragedia. Hamlet, encolerizado, por fin logra herir al rey y le hace beber de su propio veneno, cumpliendo finalmente la venganza que el fantasma de su padre anhelaba. Hamlet, antes de morir, pide que se declare al príncipe noruego Fortimbrás heredero del trono.

Publicado por Aisha en 11:16  

Etiquetas: Hamlet y Ofelia

Garcilaso de La Vega e Isabel Freire

La emperatriz Isabel de Portugal vino a España con su corte de damas, entre ellas Isabel Freire. Ésta no sabía ni que existía Garcilaso, pero él se quedó perdidamente enamorado. Su modo de andar alegre -su meneo, dice el poeta; su contoneo, se, diría después- venía a ser anuncio de otras delicias de la carne. La dama portuguesa fue referencia y punto de partida para las que tras ella vinieron, llenando el corazón del poeta y sus versos de una profunda melancolía. No se sabe si fue correspondido o no, al menos el tiempo suficiente para comprobar si aquella pasión fue verdadera. Pero el amor crecía en Garcilaso y su obra, incluso cuando Isabel se casó con un hombre gordo y romo en amores y ambiciones.

En 1520, el rey manda a Garcilaso a Italia. Después volvió a España y volvió a irse a Nápoles. Allí conoció la cultura renacentista y la trajo a España. Al volver a Italia, se entera de la muerte de Isabel de Freire. Murió en el parto.

La escribió decenas de poemas, aunque nunca la llegó a tocar. No hubo en sus versos ira ni reproches, ni mucho menos celos de amante resentido, de amor que pudo ser y se quedó en el camino de tantos otros antes; su amor salió a la luz doblemente en sus églogas disfrazado de diversos nombres, que van de Elisa a Galatea. Después de Isabel tuvo varias amantes, alguna de las cuales le dio un hijo, pero como un río subterráneo, como fuente perenne, el recuerdo de Isabel de Freire continuó fluyendo en Garcilaso hasta el día de su muerte.

Publicado por Aisha en 10:46  

Etiquetas: Garcilaso de La Vega e Isabel Freire

Juana la Loca y Felipe el Hermoso

El matrimonio se celebró en Lille, el 21 de agosto de 1496. Las crónicas relatan que no pudo empezar con mejores auspicios: la atracción física entre los novios fue muy intensa desde el momento de conocerse, obligando a precipitar el casamiento para permitir a los fogosos cónyuges consumarlo de manera inmediata. Pronto quedó Juana embarazada, y nació una niña, Leonor. Según la opinión mas extendida, este embarazo fue el detonante para el cambio de actitud experimentado por Felipe, que vuelve a sus devaneos amorosos con las damas de la Corte. Esta situación se hizo pública y llegó a conocimiento de Juana, la cual, exigió fidelidad a su marido. Pero Felipe no hizo caso y siguió siéndola infiel. Juana, presa de unos celos obsesivos, puso de su parte todo lo posible para volver a las apasionadas relaciones que antes tenían los dos, emprendiendo, a la vez, una estrecha vigilancia de Felipe, lo que dio lugar a infinidad de situaciones más o menos embarazosas. Como ejemplo de este comportamiento sorprendente se cita dos anécdotas reveladoras:

Agredió a una dama de compañía, cortándola el cabello con sus propias manos, por tener sospechas – parece ser que con total fundamento - de ser una de las furtivas amantes de Felipe.

El 24 de febrero de 1500 nace su segundo hijo, Carlos, el futuro Emperador. Cuenta la tradición que el parto tuvo lugar en un pequeño retrete del palacio de Gante, porque Juana, a pesar de su avanzado estado de gestación, acudió a una fiesta para vigilar de continuo a su marido, sorprendiéndola allí la rotura de aguas. No debe extrañar que ante tan insólita afectación, los cortesanos empezasen a sospechar del equilibrio anímico de la futura soberana, comenzando a tejerse la leyenda de que estaba loca. Las crónicas señalan una mejora en las relaciones entre los dos a partir del nacimiento de Carlos. No falta quien achaca el acercamiento de Felipe a su ambición, las circunstancias le colocan en disposición de reinar en España: D. Juan, hermano mayor de la princesa muere en 1497, un año más tarde corre igual suerte la siguiente hermana, Isabel; por último, el hijo de esta, el infante Miguel de Portugal fallece en 1500. Los desgraciados sucesos convierten de forma automática a Juana en heredera de las coronas de Aragón y Castilla. Fruto de la nueva luna de miel, da a luz a Isabel.

A principio del año 1502 Juana y Felipe llegaron a Fuenterrabía para ser proclamados príncipes de Asturias, y Gerona, títulos tradicionales de los respectivos herederos de Castilla y Aragón. El 10 de marzo de 1503 nacía en Alcalá de Henares el cuarto hijo del matrimonio: Fernando. Por el momento, las pretensiones de Felipe no podían ir más allá de lo conseguido, con lo que no considera necesario continuar en la, hasta cierto punto, austera corte de sus suegros. Alegando cierto desgobierno en sus estados se fue a Flandes: Juana, en contra de su voluntad, se queda en España. La separación aumenta los celos, que se vuelven más y más obsesivos. Sus padres, los Reyes Católicos, con la excusa de su estado físico tras el reciente parto, insisten en mantener a Juana a su lado vigilando su evolución. Pero la voluntad de Juana es firme, desea ir al lado de su esposo. Venciendo los serios intentos de su madre por retenerla, acaba embarcando con destino a Flandes. Para su desconsuelo, allí comprueba que sus temores no eran infundados. La reina de Castilla, Isabel I, muere víctima de un cáncer. La nueva situación obliga a la pareja a volver a España, aunque un nuevo embarazo retrasa la partida; a finales del año 1505 Juana da a luz a María. Por fin, en la primavera de 1506, tras una breve estancia en Inglaterra, Juana y Felipe llegan a La Coruña. El testamento de la reina Isabel deja como heredera de la Corona de Castilla a su hija Juana, pero una cláusula indica que, en caso de desequilibrio mental, la regencia sería encomendada al padre. D Fernando de Aragón. Esta disposición, sería la semilla de graves enfrentamientos políticos, que, con toda seguridad, agravaron el estado de Juana.

A Juana no la interesa el poder, estaba enamorada; para ser feliz sólo necesitaba la fidelidad de su esposo. Diferente era la actitud de Felipe, que ansíaba convertirse en rey, o de su padre D. Fernando, que ama la potestad. Ambos se enzarzan en una agria pelea con una referencia común: sus presuntos derechos a ejercer la regencia emanaban de la pretendida incapacidad de Juana. Conociendo a estos personajes, a nadie le puede extrañar que los dos alentasen la locura de la reina. En septiembre de 1507 don Felipe jugaba un partido de pelota en Burgos. Cuando terminó, sudoroso, bebió agua helada, lo que le provocó una inmensa fiebre. Nunca se repuso, y el 25 de septiembre moría. Algunos decían que pudo haber sido envenenado, pero no se pudo probar.

El comportamiento de Juana tras la muerte de su esposo constituye la mayor fuente de inspiración para todo tipo de leyendas. En el momento de recibir la desgraciada noticia no derramó una sóla lágrima; pero su rostro adquirió para siempre un rictus de desconsuelo. Su amado Felipe fue enterrado de manera provisoria en Burgos, desde donde debía ser trasladado a la Capilla real de Granada. Pero una repentina epidemia aconsejó a la reina trasladarse a Burgos, donde llevó consigo el féretro. Juana iba todo los días a la cripta, y después de almorzar en el monasterio, pedía a los monjes que abrieran el ataúd para acariciar a su marido. Le aterraba pensar que podrían llevar el cadáver de Felipe a Flandes, y necesitaba constatar a diario de que el cuerpo seguía estando allí. El 20 de diciembre, con la reina en avanzado estado de gestación, comienza el traslado del cadáver hasta el panteón real de Granada. El tétrico espectáculo de la comitiva, la cara pálida y aterrada de Juana, conmocionaban a la gente en los caminos. La comitiva, encabezado por la viuda, viajaba siempre de noche y alojándose en lugares donde las mujeres no pudiesen tener contacto con el cortejo, lo que aumentó las noticias de la locura de doña Juana. Para aumentar los detalles morbosos, durante el trayecto la Reina se puso de parto, deteniéndose la comitiva en Torquemada (Palencia). En enero de 1507 nacía Catalina.

Tras el sepelio, Juana cayó en una gran depresión, y, su padre D. Fernando, ya sin rival, asume la regencia de Castilla. Para mayor control de la situación decide encerrar a Juana en Tordesillas. En 1516 murió D. Fernando, dejando el trono en manos de su nieto, e hijo de Juana, Carlos I de España (aquel niño nacido en el retrete del palacio de Gante).

La suerte de Juana no mejoró con el cambio de monarca; su hijo también estaba interesado en que figurase de manera oficial como incapacitada, de lo contrario no sería él el Rey, con lo que mantuvo la reclusión de su madre. Allí permaneció el resto de su existencia, vestida siempre de negro y haciendo una vida retirada. Había días en que se la oía llorar llamando desconsolada a su esposo, incluso, algunos decían que se la escuchaba hablar con él como si estuviera presente. Todo ello contribuyó a acentuar su problema mental.

El 12 de abril de 1555 fallecía doña Juana, tras 46 años de cautiverio atenuado, con su cuerpo cubierto de llagas al negarse a ser aseada y cambiada de ropa.

Quizá los celos de Juana degenerasen en una leve enfermedad mental, pero esta se vio agravada por las disputas de poder, primero entre su marido y padre y luego su hijo. Todos sus allegados prefirieron el aislamiento de Tordesillas en lugar de intentar la recuperación que, en su caso, pudiese haber sido, al menos, ensayado. Descansa para siempre, junto a su amado Felipe, en el panteón de la Catedral de Granada.

Publicado por Aisha en 9:57  

Etiquetas: Juana la Loca y Felipe el Hermoso

Rita Hayworth y Orson Welles

El corazón de Orson Welles no sólo quedó intacto y enterito después de la ruptura con Dolores del Rí­o, sino lleno de esperanzas. Ahora lo que ocupaba su espíritu era la imagen de una mujer bellísima que habí­a visto en la portada de una revista. Fue tal su fascinación que decía a sus amigos que en cuanto la conociera la pediría en matrimonio. "Estás loco", "por muy famoso que te creas, ella, seguramente, ni sabe que existes". Sin embargo, él tenía la firme convicción de que un día alguien se la presentaría. Joseph Cotten, íntimo amigo de Welles, al ver que realmente estaba obsesionado por la estrella, organizó una fiesta con el objetivo de cumplir su deseo y presentarle a Rita Hayworth, la pelirroja más famosa de Hollywood, la vamp más sensual y taquillera de la pantalla. A Orson no le importó que viniera acompañada de Victor Mature (con su eterna cara de dolor de estómago), ni tampoco le desanimó la indiferencia y la manera en que rechazó sus coqueteos. Al día siguiente, lo primero que hizo el impaciente enamorado fue hablarle por teléfono, y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Pasaron cinco semanas hasta que, por fin, harta, halagada o curiosa ante tal insistencia, Rita aceptó salir a cenar con él.

Welles pronto se dio cuenta que Rita, en persona, no respondía a la imagen de vampiresa sensual y hechicera que proyectaba en la pantalla y no encontró a la estrella que él se esperaba, pero no cabía duda de que con su silueta perfecta y su admirable cabellera rojiza, su modo de andar, a la vez provocativo y majestuoso, era tan hermosa como aparecía en sus películas. Lo que más llamó la atención y más llenó de amor y ternura a Orson fue su vulnerabilidad, su ausencia total de afectación y su sencillez en la provocación. Todo esto lo desarmó de tal manera que hasta para él mismo su reacción ante ella fue una revelación y un descubrimiento de su propia personalidad. Se casaron en 1943 y tuvieron una hija, Rebecca. Ambos compartirían una de sus magistrales películas “La dama de Shanghai”, donde Rita, tiño su cabello de rubio platinado y cortó su famosa melena rojiza. Ambos ya estaban en pleno proceso de divorcio, separándose definitivamente ese mismo año, en 1947.

Se solía decir que Rita destruyó a Welles y que lo convirtió a la mediocridad y a la gordura. Los documentales revelan, en cambio, que las cosas sucedieron al revés: “No pueden darse una idea de cuanto me aburría con Rita”, se oye comentar a Welles mientras esta filmando una película que se titula, apropiadamente, Sombras de mal. “Las mujeres son idiotas en general, pero ella era la mas idiota de todas.” A Rita se le ve defenderse, entre lágrimas, durante el juicio de divorcio (1947), con argumentos que ahora tal vez parezcan insulsos pero que entonces conmovían las fibras mas hondas de la clase media norteamericana: “No saben ustedes cuanto me esforcé por formar un hogar con el señor Welles. Pero a él no le interesaba el hogar. Todas las noches me decía que deseaba ser un hombre libre”.

Publicado por Aisha en 8:50  

Etiquetas: Rita Hayworth y Orson Welles

Francisco Petrarca y Laura de Noves

Fue el 6 de abril de 1327, día de Viernes Santo. En la iglesia de Santa Clara, en Avignon, el poeta ve por primera vez a la mujer que había de inspirar sus rimas amorosas a lo largo de una vida entera. Aquella mujer se llamaba Laura, y estaba casada con el aristócrata Hugo de Sade. Según decía el propio Petrarca, los encuentros entre ambos fueron poquísimos y casuales, y el amor jamás correspondido. La pretensión de que "Laura" no fuera otra cosa que una imagen ideal, una entidad simbólica, una alusión metafísica, teológica o, peor aún, críptica, ha tenido alterna fortuna a través de los siglos; pero, en verdad, semejante interpretación es un atentado contra la verdad histórica y el sentido común. Si bien su amor nunca llego a ser más que una utopía, a él se debe la inspiración y creación de sus versos más perfectos e innovadores de la lírica hasta entonces. Versos que luchan entre el sentimientos de espiritualidad y el amor pasión que experimenta por su amada Laura. Su relación con ella y su esposo es frecuente, y pasado un cierto tiempo, fue la propia Laura de Noves quien pone freno a ese trato continuado, reduciendo su relación a una respetuosa y lejana amistad. En 1348, el año de la "gran plaga", obtuvo una canonjía en Parma, adonde en mayo le llegó la noticia de la muerte de Laura, suceso que lloró en sus versos durante muchos años.

Publicado por Aisha en 8:28  

Etiquetas: Francisco Petrarca y Laura de Noves

Franz Kafka y Milena Jesenská

No son justos aquellos que suponen a un Kafka siempre sufrido y en penumbras. El hombre tuvo sus momentos de alegría, risas, deseos y placer. Con no poca frecuencia practicaba natación, hacía gimnasia, remaba, trabajaba y tomaba sol desnudo en el jardín de su casa: el nudismo como filosofía de vida, al igual que la opción vegetariana en las comidas, era una de sus aficiones; de tanto en tanto, además, frecuentaba las tabernas de Praga, donde bebía y dialogaba con almas perdidas como la suya. Fue quizá para compensar los excesos (que incluían visitas reiteradas a los prostíbulos de la ciudad) que con el tiempo se hizo naturista. En un pie de página de los diarios compilados por su amigo Max Brod cuenta que Kafka siempre mostró interés por la terapia natural: “Siguió todas sus derivaciones: la comida cruda y vegetariana, el nudismo, la gimnasia y la antivacunación“.

Kafka se enamoró de Milena Jesenská. El amor del escritor por ella era el más grande y, por eso mismo, el más imposible. Kafka tenía treinta y seis años cuando conoció a Milena; ella tan sólo veinticuatro. Es Milena la que inicia la relación al ofrecerse, por carta, como traductora de su obra al checo (Kafka escribía en alemán). La misiva es respondida y la correspondencia crece. Alrededor de dos años duró la relación fraternal y amorosa entre ambos. Pero salvo unos pocos encuentros esporádicos en Viena, el vínculo se desarrolló básicamente por vía epistolar. Fue un amor reducido por la timidez de Frank, un montón de cartas a Milena y nada más, nunca le tocó ni un codo.

Publicado por Aisha en 8:06  

Etiquetas: Franz Kafka y Milena Jesenská

Carlos de Inglaterra y Camila Parker-Bowles

“Bonito animal Señor. Me llamo Camilla Shand. Es un placer conocerle”, le dijo Camilla a Carlos en 1970, en el campo de Polo de G. Park, mientras el Príncipe acariciaba su caballo. “Mi bisabuela, Alice Keppel, fue la amante de su tatarabuelo, Eduardo VII. ¿Lo sabía?”
Ella tenía 23 años y buscaba vengarse de su novio, Andrew Parker-Bowles, un oficial de caballería que la engañaba. Él,de 22, futuro Rey, el joven apropiado para volverle loco de celos. En ese mismo año, 1970, se convierten en amantes. En Hampshire, Camilla tenía la misma habitación en la que la Reina había pasado su luna de miel. A Camilla le gustaba Carlos, pero era de Andrew Parker-Bowles, de quién estaba enamorada. Además, Camilla, aspiraba a una vida exenta de obligaciones reales. El Príncipe llora como un niño cuando, por razones de Estado, en 1971,tiene que separarse de Camilla por primera vez.

En 1972, el príncipe Carlos le pide matrimonio. Camilla declina la propuesta. Carlos de Inglaterra, con el corazón roto, se embarca en el Minerva. En una de sus escalas, descubre el anuncio de los esponsales de Camilla y Andrew Parker en el Times. Camilla se casa con Andrew Parker, en 1973. Carlos regresa a Inglaterra y tiene constantes aventuras. La más comentada con Sarah Spencer, hermana de lady Diana. Entre el Príncipe y Camilla existe una buena relación. Carlos es padrino de su primer hijo y tiene en ella a la mejor consejera. En 1979, el Príncipe de Gales pide, de nuevo, a Camilla que se divorcie y se case con él. Se produce la segunda negativa.

En 1980, durante una fiesta, Carlos y Camilla bailan durante horas. Los allí presentes descubren que el amor de Carlos por Camilla se mantenía intacto. Los amantes habían reanudado su historia de amor. Carlos y Camilla pasaban juntos muchos fines de semana. Camilla le ayuda a elegir esposa. Distinguía perfectamente entre Carlos, el hombre que la amaba, y Carlos, futuro Rey de Inglaterra. La Monarquía necesitaba una princesa. Desde 1978, se maneja como candidata ideal a Diana Spencer. En el verano de 1980, Carlos la acepta como prometida. El mundo se rinde ante su historia de amor.

Meses después, Diana descubre que Carlos la engaña. Ese día de noviembre de 1980, la prensa publica con todo detalle la cita secreta de Carlos y Diana en el tren real estacionado en una vía muerta... La Princesa de Gales, aunque sabe que la mujer rubia a la que se hacía referencia no era ella, sigue adelante con los planes. Carlos y Camilla se despiden pasando juntos las noches previas a la boda. El príncipe de Gales y Diana, de 19 años, protagonizan con su boda,en 1981, la última muestra de romanticismo del siglo XX. Camilla asiste a la boda, pero no a la celebración. Andrew Parker-Bowles, con su uniforme de gala, cabalga al lado de la carroza nupcial. Durante su luna de miel Diana, enferma ya de bulimia, escucha, casualmente, una conversación de su marido con Camilla y descubre fotos de ella en la cartera de su esposo. Después de la luna de miel, el Príncipe Carlos se aleja de Camilla, se olvida de sus sentimientos y lucha por su matrimonio. Diana y Carlos consiguen vivir, durante tres años, momentos inolvidables. La felicidad del primer hijo, los viajes... Después, Carlos y Diana, entran ya en la dinámica de hacer inmensos esfuerzos por salvar su matrimonio.

En 1984, días después del nacimiento de Harry, el segundo hijo de los Príncipes de Gales, Camilla y Carlos retoman sus relaciones. En 1986, invitados por los Reyes de España a Mallorca, Carlos y Diana ni siquiera se esfuerzan en disimular que son felices. En 1986, Diana recoge sus pertenencias de Highgrove y Camilla recupera su lugar. Los movimientos de Carlos, Camilla y Diana ya no pasan inadvertidos para la prensa, que entra a fondo en los asuntos del corazón real de Inglaterra. En el verano de 1994, Carlos declara en televisión que había sido infiel a su mujer. Los ingleses le agradecen que les abra su corazón, aunque para ellos lo que cuenta es la tragedia de Diana y de sus dos hijos. Víctimas de la Casa Windsor y de Camilla Parker.

En 1995,la Princesa acude al programa, "Panorama" de la BBC. La frase: “No sólo me casé con Carlos, también me casé con su amante, que estaba al corriente del más mínimo detalle”, pasa a la historia. En 1996 se anuncia oficialmente que los Príncipes de Gales ya están divorciados. La muerte de Diana, el 31 de agosto de 1997, empeoró, con creces, la situación. Diana es una santa, la princesa del pueblo y Camilla, voluntariamente, desaparece del escenario. Se instauran, de nuevo, las citas secretas y las vacaciones por separado.

Dos años después de su desaparición, en 1999, se publica la primera foto de ambos, a la salida de la fiesta de cumpleaños de una hermana de Camilla. La amiga de Carlos luce el collar que otro Príncipe de Gales había regalado a su antepasada, Alice Kempel. Ese mismo verano, Camilla y sus hijos son invitados por el Príncipe a navegar con la Familia Real. Guillermo, su hijo, y la Reina aprueban la visita. En el año 2000, se presentan en público como una pareja formal y discreta. Camilla es ya, a ojos de todo el mundo, la consorte oficial del futuro Rey de Inglaterra.

Publicado por Aisha en 7:50  

Etiquetas: Carlos de Inglaterra y Camila Parker-Bowles

Elizabeth Taylor y Richard Burton

Elizabeth Taylor y Richard Burton se conocieron en la filmación de Cleopatra en 1963, donde obviamente Elizabeth era la hermosa protagonista y Richard era el guapo actor británico que haría el papel de Marco Antonio. Para ese entonces los dos estaban casados. Ambos eran volubles, caprichosos, derrochadores, y se entregaron al otro con una carnalidad, que dejó perplejo al mismísimo Mankiewicz durante el rodaje de Cleopatra. Se divorciaron de sus respectivas parejas y se casaron por primera vez en 1964. Diez años después se divorciarían, pero al año siguiente vuelven a estar en las portadas de la prensa, al anunciar que se vuelven a casar. El amor esta vez les duró poco, ya que al año siguiente se separaron (constantes discusiones y problemas con el alcohol). Su relación fue apasionada y tormentosa. Se insultaban y hacían el amor hasta caer sobre sus propias fuerzas, se embriagaban de alcohol hasta olvidarse del mundo y eran capaces de empezar de nuevo otra vez. No soportaban estar juntos y cuando se separaban, el mundo era el espacio mas amargo de sus existencias.

Liz se casó con un senador llamado Warner. En medio de una fiesta que celebraban, apareció Richard Burton, ebrio y ciego de rabia, y le ordenó a la Taylor que se fuera con él aquella noche ya que él era el único que podía satisfacerla. Ella recogió sus cosas, se acercó a su marido y se excusó con un simple pero demoledor: "Tengo que irme, me necesita". Ella volvió al día siguiente, evidentemente bien satisfecha. Su matrimonio con Wagner fue muy infeliz, llevándola al alcoholismo. Más tarde se divorciarían. Se dice que Burton, a pesar de volverse a casar y Liz en brazos de otros maridos, no coordinaba sus sentimientos, olvidaba los guiones, los manchaba de burbon y caía desfallecido.

El actor murió en 1984, a los 59 años de edad en el hospital de Ginebra (Suiza), a consecuencia de una hemorragia cerebral. Liz Taylor, dijo que cuando fallezca, quiere ser enterrada al lado del hombre que mas amó, en Suiza, con los valles y montañas cubiertas de nieve.

Publicado por Aisha en 6:49  

Etiquetas: Elizabeth Taylor y Richard Burton

Alain Delon y Romy Schneider

Romy Schneider contó a la prensa cómo fue el primer encuentro con Alain Delon en el aeropuerto de Orly. Allí la esperaba el joven casi desconocido que sería compañero en el film Christine. El actor estaba al pie de la escalera. Ella miró con interés al joven perfectamente vestido, con corbata, bien peinado, atractivo, serio y con un ramo de rosas rojas. Ella todavía no hablaba francés y él tampoco inglés... Pero un sentimiento los unía. Muerta de amor por el,como todas en los 60, se fue a vivir a Paris con el. Hasta que se hace famosa en todo el mundo gracias a la pelicula El proceso. Romy Schneider compartió cartel con Alain Delon en la película Amoríos. Tal fue el apasionado romance para Romy, que la pareja se comprometió en público frente a las atentas miradas de periodistas. La madre de Romy no estaba nada contenta con aquella historia de amor y advertía a la joven que aquel seductor le iba a hacer sufrir mucho. Poco meses de aquella sentencia, tras un distanciamiento de madre e hija, Romy sintió que su progenitora no iba nada mal encaminada.

Tras uno de sus viajes para filmar las películas que fue realizando, Romy regresó al hogar que compartía con Alain pero allí sólo le esperaba un ramo de rosas y una carta de despedida. Delon desoyó las súplicas de Schneider, que quería regularizar la situación, y acabó abandonándola, dejándola sumida en una intensa depresión, y provocando que tuviera que ser tratada con calmantes. No se explica por qué, a pesar de todo, la adorable protagonista de Sissy emperatriz mantuvo la amistad con Delon durante toda su vida.

El 29 de mayo de 1982, diez meses después de la muerte accidentada de su hijo David, encuentran el cadáver de Romy en su apartamento de Paris. Al no realizarse autopsia, no se sabe si murió de una crisis cardiaca o un suicidio a base de la mezcla mortal de alcohol y barbitúricos.

Romy Schneider se encuentra enterrada con su hijo a pocos kilómetros de Paris, una ciudad que ella amaba con locura y donde admitía haber vivido sus pocos momentos de felicidad.

Publicado por Aisha en 6:31  

Etiquetas: Alain Delon y Romy Schneider

Edith Piaf y Marcel Cerdan

En 1946 Edith viajó a Nueva York y conoció al amor de su vida, el boxeador Marcel Cerdan, un argelino llamado "el bombardero marroquí", quien rara vez perdió una pelea, durante su vida deportiva. Luego de sus presentaciones en Estados Unidos Edith viajó a Londres, donde no fue contratada, pues a final de cuentas era francesa.

Marcel estaba casado y vivía con su esposa e hijos en Marruecos (en Casablanca para volverlo más increíble), y la relación se mantuvo bajo un estricto secreto que disgustaba al círculo íntimo de la cantante. Temían por la reputación de ambos. Incluso su amiga Mômone intercedió para ponerle fin a la relación. Pero el idilio creció al punto que Piaf compró una casa en Bois de Boulogne para estar más cerca del deportista. El lugar contaba con un gimnasio para que Cerdan entrenase. En septiembre de 1948 tenía agendada una pelea por el título mundial contra Tony Zale. Antes del evento, volvió a Lisieux para rezarle a Santa Teresa. “Estaba segura de que iba a ganar porque esa noche sentimos olor a rosas en su habitación”, recordó Ginou Richer, su asistente. El símbolo de la santa. Y de su infancia en Normandía. Y Cerdan triunfó. Y Piaf fue feliz.

En el cenit de la carrera de ambos se sucedieron las contiendas de él y los shows de ella. Entre París y Nueva York, vuelos trasatlánticos y encuentros en hoteles. El 29 de octubre de 1949 el avión que trasladaba a Cerdan a la gran manzana para visitarla se desplomó en las islas Azores. Esa noche le dedicó su show en Versailles. Luego vendrían días oscuros. El golpe fue demasiado fuerte para Edith Piaf y cayó en las garras del alcohol y se vuelve adicta a la morfina. Ella cantó su gran éxito Hymne à l'amour en su memoria y, además, este noviazgo originó la película Édith et Marcel.

Edith Piaf, todavía convaleciente de una operación urgente de pancreatitis, sufre graves problemas hepáticos e intestinales. Con su quebrada salud, balbucea en el escenario, se equivoca, cae desmayada. La larga amistad con el alcohol, la morfina y las pastillas pasa factura. Murió el 11 de octubre de 1963 y fue enterrada en el cementerio de Père Lachaise.

Publicado por Aisha en 5:46  

Etiquetas: Edith Piaf y Marcel Cerdan

Eva Braun y Adolf Hitler

Tratándose de alguien tan complicado como Adolf Hitler (1889-1945) es muy difícil saber si realmente amo a Eva Braun (1912-1945). Lo Cierto es que la consigna difundida por Goebbels era «El Führer no tiene vida privada. Se dedica día y noche al pueblo alemán», y, por tanto, la existencia de Eva fue siempre ocultada. Por otra parte, los desaires de Adolf hacia Eva fueron constantes. La pareja se conoció en 1929 en el estudio del fotógrafo Hoffmann, donde ella trabajaba. Durante mucho tiempo su relación fue inocente. El le traía flores y bombones y charlaban en la tienda. Luego empezó a invitarla al cine o a llevarla de picnic. Eva y Adolf se convirtieron en amantes a principios de 1932. Ella siempre confió en que se casarían, pero las intenciones del dictador no eran esas.

El 1 de noviembre de 1932, harta de que el la esquivara, se pegó un tiro en el cuello. La bala paso cerca de la yugular, pero no causo gran daño. Para llamar su atención, el 28 de mayo de 1935 intento otro suicidio, esta vez con somníferos. En las veintidós páginas que se salvaron de sus diarios se refiere a ella misma como «Yo, la amante del hombre más grande de Alemania y del Mundo », aunque se quejaban de que Hitler solo la necesitaba «para determinados fines». Finalmente Eva abandono su trabajo y Hitler le puso una casa propia. Eva Braun tenía libertad, salía con sus amigos o iba de viaje con su madre. Sin embargo, en público Hitler jamás reconocía su relación. Eva le llamaba «Mi Führer», aunque combinándolo con el tuteo, y Hitler, en privado, la llamaba Evchen o «Tontita». En 1938 Hitler dio un nuevo paso hacia ella y la nombro beneficiaria de su testamento. Sin embargo, la convivencia no fue un camino de rosas: Eva fumaba a escondidas y no podía salir de su habitación cuando venían invitados importantes. En 1939, Eva Braun dispuso de una vivienda propia en la cancilleria. Seguía sin poder asistir a las recepciones oficiales.

En la noche del 26 de abril de 1945 los rusos inician el bombardeo de la ciudad. Por esos mismos días, Mussolini y Clara Petacci, su amante, son apresados por los partisanos cuando intentaban fugarse a Suiza. Los ejecutan de inmediato y los cuelgan de los pies en la plaza Loreto de Milán. El Führer no quiere tener el final humillante que ha sufrido el duce. Sabe que no podrá salir del bunker, y decide que nada quede de su cuerpo. El 29 de abril se casa con Eva Braun por “los muchos años de fiel amistad”. Al día siguiente se suicidan.

El telefonista del búnker, Rochus Misch, de 88 años recuerda todavía ese momento preciso de hace sesenta años. Era el 30 de abril de 1945 y él estaba allí cuando se abrió la puerta del búnker.

«Hitler, sentado en un sofá, estaba desplomado sobre su mesa y Eva Braun estaba estirada a su lado. Los vi con mis propios ojos. Era algo que nos esperábamos. No fue algo que ocurrió por azar, porque nos estábamos preparando para el final».

Hitler y Eva Braun entraron en su apartamento y cerraron la puerta.

«No sé cuánto tiempo necesitaron. Puede que una o dos horas - dice Rochus -. Yo no oí el disparo, porque estaba reparando una avería telefónica. Pero oí a alguien que gritaba: 'Linge, Linge, creo que ya lo han hecho'. Desde entonces esperaron unos 20 minutos más y, a continuación, abrieron la puerta y yo miré».

El hombre que había sumido a Europa en el peor conflicto de su historia y que había enviado a millones de judíos al exterminio, estaba desplomado encima de una mesa, con una herida de bala en la cabeza. Eva Braun yacía a su lado, en el suelo, sin vida. Según los historiadores, Hitler le habría dado veneno a su mujer antes de dispararse. Los cuerpos de ambos fueron rociados con gasolina y quemados en el patio del búnker, mientras su servicio le rendía honores haciendo el saludo hitleriano.

Publicado por Aisha en 5:04  

Etiquetas: Eva Braun y Adolf Hitler

Entradas antiguas
Suscribirse a: Entradas (Atom)

Blog Design by Gisele Jaquenod

Work under CC License

Creative Commons License